Cuando
alguien se va,
el vacío que deja es mayor cuanto mejor persona es;
va
pasando el tiempo y, sin estar,
su espíritu logra ir llenando ese hueco
de una forma brutal.
Es entonces cuando me doy cuenta
de que la grandeza de una
persona va más allá de su presencia o su ausencia.
Esa o esas personas
en las que ahora estamos pensando,
esas personas que ahora nos vienen a
la mente
¡esas personas!
impregnaron de magia allí por donde pasaron;
y la magia no entiende de vivos o muertos,
la magia es mágica