Somos la suma de nosotros mismos y de aquello que nos rodea e importa.
En ocasiones nuestro estado de ánimo depende de factores externos sobre los que no tenemos ascendencia, y a veces su fuerza es tal que no somos capaces de contrarrestar sus efectos.
Algunas cosas nos vienen impuestas desde que nacemos y no son sustituibles, otras son difíciles de modificar pasado un tiempo, pero siempre hay una parte de nuestro entorno que podemos elegir.
Elige buenos amigos, elige un trabajo que te guste, elige una pareja que te haga brillar, quédate todo el tiempo que puedas allí donde te encuentres feliz. Aléjate de las tormentas, de las discusiones, de los enfados, de los rencores. Se amable contigo mismo y con los demás.
Elige momentos que sumen positividad y rechaza aquellos que te resten para intentar que la balanza de las emociones te sea lo más favorable posible.
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