Ahora resulta que del Facebook se va yendo la peña por no aguantar a los pesaos. ¿No es mejor silenciar a quienes no quieres leer? Yo tengo silenciados a un montón de ellos, es como en la vida misma, hay mucho bulto pero sólo te tomas algo y charlas con quien te apetece. Es que ya me jode, porque si tengo silenciados a la mitad y la otra mitad que merecen la pena marchan, voy a quedar sola y encima no puedo ir al chigre.
Yo en vez de desgastarme leyendo lo que no me apetece, cuando me invade el aburrimiento me dedico a hacer pijadas varias que siempre en algún momento sirven para sacar alguna sonrisa en esta época de escasez.
Hoy leí una frase que me gustó: Por más que una abeja le explique a una mosca que una flor es mejor que la mierda, no podrá entenderlo porque es de lo único que ha vivido siempre.
Me cuentan algunos amigos que echan mucho de menos besar y abrazar, y yo no tengo esa carencia; es que siempre fuí cariñosa con la gente que quiero, pero nada besucona ni tocona; es más, prefiero evitarlo salvo excepciones en algunos momentos determinados y con algunas personas. Mi madre siempre lo dice: viene tu hermana a verme y siempre me besa al llegar y al marchar, y tú nada; y si no siento necesidad de besar a mi madre ¿a quien voy a tener necesidad de besar? En este capítulo mi marido no cuenta, porque es al único que no puedo evitar besar, abrazar y tocar.
Lo que si echo mucho de menos es relacionarme con gente face to face, la música en directo, una vuelta en moto, una comida en compañía, una celebración familiar, pasar un ratín con mis sobris, una botella de sidra, a los compañeros de trabajo, incluso a los clientes, los paseos por el muro, unas cervezas en el Savoy o en el Blackbird, las risas con los amigos... ya tengo esa inquietud del niño cuando va en el coche de viaje
-Papá, papá ¿cuánto queda?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu comentario me interesa y me ayuda a crecer y a mejorar
¡¡¡ANIMATE A PUBLICARLO!!!